Práctica sobre consejos escolares
En la clase del 7 de octubre, para ejemplificar la explicación sobre la organización de un centro educativo en educación secundaria, se sortearon diferentes roles a grupos de doce personas. Yo formé parte del "IES Xoán González", como representante del Ayuntamiento. Entre todos, decidimos que se tratase de un centro ubicado en un entorno rural, algo sobre lo cual no nos costó ponernos de acuerdo, puesto que todos estábamos convencidos de que allí la calidad educativa es mayor.
Nuestra definición de educación fue la de un proceso educativo que se produce a dos niveles: personal y académico. Fuimos partidarios de fomentar el aprendizaje por descubrimiento, por lo que consideramos que la tarea del profesor debía ser, sobre todo, el acompañamiento a lo largo de ese proceso.
Nuestro centro se ubicaría en un entorno rural |
Posteriormente, tratamos de ordenar los valores de los jóvenes de dos formas: en cuanto a la importancia que creíamos que ellos les daban, y la que les daríamos como centro de educación secundaria. Comparando nuestras especulaciones con los datos obtenidos en el sondeo "Jóvenes, valores y ciudadanía" (2014), que analizaba las respuestas de más de un millar de personas entre los 15 y 29 años, podemos asegurar que no acertamos en prácticamente ninguno.
En el podio de valores que más importan a los jóvenes se encuentran: familia, salud y amistad. Es pre
ciso señalar que familia y amistad se encuentran separados por casi un 10%. En nuestro ranking, la amistad figuraba en el primer puesto, mientras que familia y salud caían hasta el séptimo y el octavo, respectivamente. Al menos, acertamos en cuanto a la consideración que tienen los jóvenes en cuanto a política y religión, que consideran los elementos menos importantes de la lista.
Volviendo al coloquio que mantuvimos entre los miembros del grupo, no fue difícil ordenar la justificación de los comportamientos morales, ni tampoco las razones por las que los jóvenes discuten con los padres.
En mi opinión, existe un conjunto de valores universales, comunes a las sociedades del mundo occidental, que son los que definimos como propios de nuestro centro educativo. Estos valores son defendidos por las grandes religiones monoteístas de nuestro tiempo, lo que implica que, si bien nuestro centro no sería religioso, no habría problema en que padres o alumnos creyentes de estas religiones se implicasen en el centro.
¡Hola, Víctor!
ResponderEliminarNo es porque fuera compañera tuya para la creación del IES Xoán González 😜 pero me gustaría resaltar que nos centramos en valores más allá de la educación teórica de los niños/as, quisimos centrarnos en sus valores personales y en que aprendiesen a ser persona. Creo que eso es una gran labor dentro de un centro, que desgraciadamente, muchas veces se está dejando de lado, apareciendo centros que solo se fijan en las calificaciones numéricas de sus alumnos/as. ¡Deberíamos poner en marcha este centro! jaja
Gran entrada!!