"Un pulso al fracaso". La relativa importancia de la evaluación

En la clase del martes, 28 de septiembre, visualizamos el reportaje "Un pulso al fracaso", emitido en el programa de TVE, Documentos TV, el 16 de enero de 2010. El documental muestra la labor que se realiza desde la Fundación Tomillo, una entidad privada sin ánimo de lucro centrada en conseguir el desarrollo personal de los jóvenes.

La Fundación Tomillo está detrás de uno de los centros de segunda oportunidad, tal y como se ve en el vídeo. Sin embargo, no es la única que colabora en este tipo de actividades, ya que más de una veintena de entidades de todo el país conforman la Asociación de Escuelas de Segunda Oportunidad. A pesar de que existen variaciones en cuanto a la estructura y metodología que siguen, todas ellas comparten el objetivo de encauzar la vida de multitud de jóvenes que no han podido finalizar sus estudios secundarios.

Según datos de 2019, la tasa de abandono escolar tempra
no en España se sitúa en el 17,3%, lo que constituye el dato más bajo desde que esta variable comenzó a contabilizarse. Los datos muestran cómo el abandono afecta más a hombres (21,4%) que a mujeres (13%). En este contexto se enmarca la labor de los centros de segunda oportunidad.

El documental recoge cómo un grupo de profesores vocacionales, encabezado por José María López-Aranguren, se han propuesto hacer de estos jóvenes alumnos, rechazados continuamente por el sistema educativo, hombres y mujeres de provecho. Para ello, las clases van más allá de la pura teoría, centrándose en otros aspectos, como el desarrollo profesional (pues vemos a los alumnos practicando en cocina o como camareros) o deportivo (juegan al baloncesto entre sí y contra los profesores).

Un estudiante intenta entrar en el aula, pero
se encuentra con la negativa de la profesora.
Con este tipo de acciones, desde la Fundación
procuran fomentar la puntualidad.

Además, desde el centro se intenta inculcar a los alumnos el sentido de la responsabilidad. Por ejemplo, cuando uno de ellos llega tarde a clase, se encuentra con la puerta cerrada y una reprimenda del profesor encargado. También, cuando surgen problemas en el aula, las clases se detienen, para intentar solucionarlos. El objetivo es que ellos se sientan escuchados, respaldados y comprendidos.

El papel de la evaluación

Las tres últimas leyes educativas aprobadas en España (LOE, 2006; LOMCE, 2013 y LOMLOE, 2020) recogen una serie de funciones que deben tener los profesores, aunque con leves modificaciones. La función que se me asignó en la referida clase, para comprobar cómo esta se reflejaba en el reportaje, fue el de la evaluación.

La LOMLOE, en su artículo 91. 1. b) habla de "La evaluación del proceso de aprendizaje del alumnado, así como la evaluación de los procesos de enseñanza". Ciertamente, el proceso de evaluación aparece reflejado en el vídeo. En un momento dado, una profesora comenta cómo los contenidos no son lo más importante en este tipo de centros. De hecho, dice que solo importan en tanto que hay que enviar al ministerio una relación de los alumnos que aprueban y suspenden.

Por tanto, la evaluación existe en este (y otros) centros. Es más, se ve a los profesores impartiendo sus lecciones sobre la materia. Lo que no puede decirse es que esta evaluación sea igual que la que se sigue en los centros regulares. En la Fundación Tomillo, la evaluación de los alumnos es diaria, puesto que día a día se trabaja para que se superen a sí mismos, evitando que caigan en situaciones aún más desfavorables. 

Cuando un alumno hace algo bien, se le felicita, mientras que se le reprende cuando hace algo mal. La evaluación está presente de ambas formas: la tradicional (académica) y la emocional.