La educación en Castilla y León: aspectos fuertes y débiles

¡Hola, lectores! En este post analizaré la situación de la educación en Castilla y León, lo que constituye la cuarta actividad de esta asignatura.

Situación general de la educación en Castilla y León

Hace prácticamente un año, Castilla y León ocupó las primeras páginas de los principales periódicos nacionales, por los resultados obtenidos en el informe PISA, una evaluación en la que participan los alumnos de 15 años de los países miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). En ella, los alumnos castellanoleoneses, procedentes de 59 centros educativos distintos, obtuvieron 534 puntos en capacidad global, superando así a la media de la OCDE y equiparándose así con el Reino Unido.

Desde el año 2003, Castilla y León ha estado en el podio de las comunidades autónomas españolas en cuanto a puntuación obtenida en las pruebas del informe PISA, lo que ratifica la calidad de este subsistema educativo. De hecho, la OCDE invitó, en 2017, al entonces consejero de Educación, Fernando Rey, a exponer en Colombia el modelo educativo castellanoleonés, a fin de que este sirviera como ejemplo para los países de América Latina.

La OCDE confirmó también, en 2020, que Castilla y León era uno de los sistemas educativos autonómicos en los que menor tendencia de los alumnos a sufrir acoso escolar se manifestaba, siendo únicamente superados por Extremadura.

Aspectos positivos de la educación en nuestra comunidad autónoma

Además de lo mencionado, debe destacarse también que el abandono temprano de la formación en Castilla y León, tal y como se calculó en 2017, es menor al de la media del país. Mientras que en España la tasa de abandono temprano es del 18,3%, en Castilla y León, esta fue del 16,7%. Aun así, este podría considerarse también un aspecto a mejorar, puesto que existen las condiciones que permiten alcanzar la menor tasa existente en toda España, la del País Vasco, con un 7,0%, o la de Cantabria (8,9%), una de las comunidades que mejores resultados obtiene en las pruebas del informe PISA.

En lo que refiere a la enseñanza bilingüe, más de medio millar de centros de la comunidad cuentan con este programa, cifra que no ha parado de crecer desde que se inició en el curso 2006-2007. No obstante, las bondades del bilingüismo no deben tenerse como un valor absoluto. Este mismo año, seis centros de Castilla y León han abandonado este programa, aduciendo que sus alumnos no son capaces de asimilar los contenidos en inglés. Entre ellos se encuentran algunos verdaderamente significativos, como el colegio Allúe Morer, ubicado en el barrio de Las Delicias o el instituto Leopoldo Cano, radicado en el barrio de Pajarillos.
Monasterio de Nuestra Señora del Prado, en la Avenida
de Salamanca, sede actual de las consejerías de Castilla y León

Otros aspectos positivos de la educación en Castilla y León incluyen el número creciente de alumnos matriculados en el programa de Madrugadores, que permite que los padres dejen a sus hijos resguardados en el centro antes de acudir a su puesto de trabajo, o las cuantiosas ayudas destinadas al programa de gratuidad de libros (casi 14 millones de euros en 2017 para toda la comunidad). Aun así, el coste de los libros de texto sigue siendo un escollo importante para muchas familias en nuestro país.

Aspectos a mejorar de la educación en Castilla y León

Castilla y León debería dedicar todos sus esfuerzos en disminuir la tasa de fracaso escolar, si bien esta, como se ha dicho previamente, no se encuentra entre las peores de España. Así mismo, no puede descuidarse la importancia de los centros educativos ubicados en municipios con pocos habitantes, ya que corren el riesgo de desaparecer por falta de alumnado.

Según las experiencias que he escuchado de varias personas que se educaron en municipios pequeños, puedo deducir que este tipo de educación presenta numerosas ventajas para los alumnos (así como algunos riesgos, de los que luego hablaré). Si bien esta es una percepción subjetiva, que no he vivido en primera persona, parece que entre las ventajas de este tipo de educación se encuentra el trabajo en el aula con grupos reducidos. Esto permite a los profesores volcarse más en los alumnos, dedicando un mayor tiempo a aquellos que cuentan con más dificultades.

Los grupos pequeños potencian que los alumnos, las familias y el profesorado y el equipo directivo del centro se conozcan mejor entre sí, fomentando un ambiente de confianza mutua que parece más difícil de conseguir en clases masificadas. Además, el entorno rural puede ser un gran aliado de los profesores, en tanto que permite realizar diversas actividades al aire libre, que pueden ir desde algunas desarrolladas en Educación Física hasta Biología, pasando por Historia (por ejemplo, salidas a otros pueblos con patrimonio histórico relevante).

No obstante, hay que precisar que el acoso escolar hacia un alumno puede ser una situación todavía más difícil en lugares en los que todos se conocen entre sí. Con todo, creo que las ventajas de la educación en centros rurales son más que obvias, siempre y cuando estos cuenten con una buena dotación presupuestaria y se haga todo lo posible desde la administración para que no cierren.


En suma, Castilla y León ha demostrado tener uno de los subsistemas educativos más potentes de todo el país, comparable a los que poseen algunas de las naciones occidentales más desarrolladas, como Canadá y Reino Unido. Es importante señalar las deficiencias de este modelo para que puedan corregirse, y hacer de nuestra comunidad un referente a nivel global.

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