O Pelouro, un modelo educativo sin parangón

En 1973, el neuropsiquiatra de origen catalán Juan José Rodríguez de Llauder y la pedagoga Teresa Ubeira, hija de un maestro republicano, fundaron el Centro Neuropsicopedagógico O Pelouro, en Caldelas de Tui, una pequeña aldea terma ubicada a las orillas del río Miño, en Pontevedra.

Desde sus inicios, O Pelouro destacó por su sistema de inclusión e integración educativa, sintetizado en la siguiente frase del propio Llauder:

"Juicios como el que todos los niños son iguales impiden tomar en cuenta, con la seriedad que merece, sus diferencias".

O Pelouro se convirtió en un lugar en el que vivir la diversidad, y poder ser uno y ser con otros, como rezaban sus lemas. El secreto del éxito de O Pelouro fue integrar a alumnos considerados normosanos con otros, que padecían autismo, síndrome de Down, síndrome de Asperger o, simplemente, superdotados. Los resultados fueron sorprendentes, ya que consiguieron el desarrollo armónico de todos los alumnos.

Los resultados también sorprenden a los alumnos. Como decían tres pupilas del centro: "En los otros colegios, el interés [que nosotras tenemos] es el que el profesor nos dice que debemos tener. Aquí no es así. Teresa nos habla de cosas que nos interesan, o de noticias o cosas que nos cuentan nuestros padres".

Uno de los elementos que hacen característico a O Pelouro es que, cada mañana, antes de las clases, se reúne la asamblea escolar, compuesta por profesores, colaboradores, padres, alumnos... Esa asamblea funciona como una sinergia, que pone en contacto al grupo para que se desarrollen las dinámicas que se proponen para ese día.

Juan Llauder falleció en 2018, tras una larga vida al frente del colegio junto a su esposa, quien todavía se mantiene activa. O Pelouro es, sin lugar a dudas, un centro donde prima la atención a la diversidad, por encima de los conocimientos propiamente dichos.

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